16/7/09

Sabri la mariposa

Sabrina fue otra de las personas que estuvo presente en esos tiempos confusos del Hotel C.
Es una persona realmente especial que siempre me insipó buenos sentimientos.
Es alta y muy flaca, tanto que cuando levanta los brazos se le marcan los tendones, pero es elegante, educada, inteligente, tranquila y tiene una sonrisa enorme de dientes perfectos que hipnotiza a cualquiera.
Esta obsesionada con las mariposas, tiene una tatuada en el tobillo y todos sus collares, aros, pulseras, hebillas son de mariposas. Regala cosas con mariposas, dibuja mariposas y escribe sobre mariposas, es decir, mariposas...
Entró como recepcionista de turno intermedio, cosa que hasta ese entonces la Dra gerente se había negado a implementar ya que creía que las quejas de exceso de trabajo en recepcion eran puras patrañas. La cuestión es que Sabrina tiene el mismo extraño apellido que la Dra gerente y los rumores fueron desde el principio que era una sobrina de ella, cosa que ambas se encargaron de negar mil veces. Es más, aún hoy, varios años después y siendo buenas amigas sigue evitando el tema, aunque ahora muchas cosas cambiaron, quiza deba preguntarle una vez más, aunque sea solo por el placer de oirla admitirlo...
De todos modos siempre fue obvio que tenian un parentezco ya que ella era la unica que la Dra escuchaba, la unica que no tenía que mostrar su bolso al salir, la única que usaba aros gigantes y pañuelos llamativos en la sobria recepcion sin que nadie le diga una sola palabra.
El primer día bajé con ella al comedor de personal así no almorzaba sola y de paso le mostraba el resto del hotel. Sabía que si entraba sola a ese comedor se la iban a comer viva con la mirada. No solo por ser nueva, sino por ser "familiar" de la Dra gerente y por que su estilo refinado no encajaba con ese lugar oscuro y ruidoso.
Recuerdo que miró toda la comida disimulando su repulsión con elegancia y se sirvió una ensalada.
-Sos vegetariana, no?
-Si, como te diste cuenta?
-Y... sos un alambre y te servis ensalada...
-Jaja! Si, es que cuando ibamos al campo teniamos una vaca y un dia mi papa tuvo que matarla y desde entonces no puedo comer carne.
Aja... su familia tiene campo, pensé yo.
-Y por que viniste a trabajar aca? -le pregunté y su respuesta me dio una pauta muy clara de la clase de persona que era ella.
-Es que necesitaba cambiar un poco, probar cosas nuevas y a mi familia se le ocurrió que trabajar podía ser una buena idea...
Adinerada y bohemia.
-Pero no habías trabajado antes?
-Si, despues que termine mi carrera, hice un intercambio en Australia, pero no me gustó.
Mi cabeza casi estalla de la ironía: Mi sueño en ese momento era irme a trabajar a Australia y hasta estaba averiguando los requisitos y tramites...
La odié un poquito, pero solo le llevó un par de semanas para que todo eso dejara de importar. Sabrina era amable con todos, muy inteligente, bah, mejor dicho, intelectual. Sus buenos modales y ademanes parsimoniosos de princesa eran una cosa tan rara en ese mundo de bestias con los que yo trabajaba que la empecé a adorar sin importarme que a ella no le haga falta trabajar y que este usando sus vivencias para inspirarse en nuevos cuentos (porque ella escribe y muy bien) o que venga cada día con un par de zapatos nuevo y carteras Louis Vuitton o que ni siquiera sepa cuanto le pagaban porque no le importaba.
Con el correr de los días nos hicimos amigas, le conté mis mambos y ella los suyos y ella me consolaba trayendome chocolates o regalandome algun par de aritos o mandandome por mail algun poema alentador que había encontrado por ahi, era la amiga que me daba paz y buenos augurios para despues de la tormenta.
Era bailaora de flamenco, escritora, bailarina clasica y hasta había trabajado de profesora de historia en un pueblo del sur donde había viajado con un ex novio.
Y por dos cosas se hizo famosa Sabrina en el hotel.
Una fue por enamorar perdidamente a Alex, el recepcionista veterano del hotel, ese petisito canoso, con humor tan acido que te quemaba y poca vida fuera de su puesto de trabajo. De pronto, en nuestras salidas after hour (si eso existe en hotelería) se venía con camisas nuevas, afeitado y perfumado. No se despegaba de ella y se la pasaba hablandole y contandole anecdotas que hacían descostillar de risa a Sabrinita. Se besaron en la fiesta de casamiento de otro recepcionista, Agustin (donde vale aclarar que tambien tuve un momento de los tantos "casi pasa algo" con Gustavito), y luego la acompañó a su casa, salieron juntos un par de veces más pero ahí quedó todo. Según Alex: No se que quiere esa mina. Según Sabrina: Hemos estado sentados media hora en una plaza y ni siquiera me dio la mano, tuve que pedirle yo que me abrazara. Segun el hotel entero: Alex y Sabrina en la fiesta? jajaja!!!!
La otra cosa que la hizo famosa fue como mando a la mierda a todos aquellos a los que nadie podía en ese hotel. Y es que era un trabajo de mucha presión y si bien Alex la protegía mientras compartían turno, había días en que le tocaba estar sola y ella se sobrepasaba. Nunca pense que podría salirse de sus casillas. Varias veces tuvo que entrar al back a llorar mientras algun maletero sacaba momentaneamente las papas del fuego. Otras se agarró con el conserje (un idiota) con el gerente de mantenimiento (un sorete) y con algun que otro huesped (de los que trataban de apurarla por que era mujer), eso si, siempre con altura, jamas una mala palabra... Pero lo que la convirtió en leyenda fue un mediodía caotico en el que ni siquiera compartir turno con Alex alcanzaba. Era un día terrible y Sabrina bajó a almorzar, se llevó el bolso porque, igual que muchas otras veces iba a comer algo afuera, y nunca más volvió. La llamamos por telefono cien veces pero no hubo caso, no iba a volver. Desde ese día fue mi idola.
Al otro día pude hablar con ella y dijo que simplemente salió del lugar y no pudo parar de caminar hasta que llegó a su casa.
Poco despues de eso, viajó a NYC donde su hermana menor vivía hacía poco (en realidad fue de vacaciones, se enamoró y nunca regresó), allí conoció a Morgan con quien de a poco empezó una linda relación, vino a Argentina cada vez que se le vencía la VISA para luego regresar, algunas veces nos juntabamos todos los chicos del hotel (Alex siempre alerta pero ella ya estaba a un millon de años luz) y luego ya eramos solo nosotras dos; algunas veces venía peleada con Morgan, otras llorando porque lo extrañaba o acompañada por él.
Mientras estaba alla, nos mandabamos interminables mails contandonos en detalle los que nos iba pasando, nuestras penas, nuestros miedos y nuestros problemas y dandonos mutuo apoyo y esperanza. Me mandó cientos de postales hermosas y hasta algunos regalitos que siempre me hacían sentir mal porque nunca le mandé nada.
Todavía vive allá, trabajando de niñera, de profesora de flamenco y danza, de curadora de cuadros, de modelo y de escritora que busca editor. Sigue vistiendose de gitana/hippie y no tiene idea de lo que es cumplir un horario de oficina o del significado de stress.
Creo que se parece más a las mariposas de lo que creía...
En marzo se casó con Morgan, en agosto tiene audiencia para que le den la residencia norteamericana y por estos días debería estar de visita por estos pagos, ojala la vea pronto.
Tengo muchas ganas de volver a verla.

6 comentarios:

El Mostro dijo...

Como siempre, interesantes anécdotas.

saludos.

Anónimo dijo...

buen final para alguien tan interesante, me la re imagino

Roxi dijo...

Suena una mujer muy interesante Sabrina, y cuando una admira a alguien, y esa admiración es mutua, y se comparten actitudes ante la vida, se genera una amistad linda como laa que tienen ustedes y que ha perdurado.
Es lindo eso
Yo tengo un par de amigas con la que nos contamos todo por mail (a veces con un nivel de detalle excesivo /impúdico) y es rico poder verbalizar, compartir todo eso, lo bueno y lo malo.
Abrazo !

Anónimo dijo...

Tengo fuentes que me dicen quen ese Morgan es un pirato barbaro

Unknown dijo...

buen final, muy interesante...

Unknown dijo...

ja, pero yo no queria ser Peter Pan, ¿él?

 
Template by suckmylolly.com - background image by elmer.0